En 1486 llegó un joven, con mucha imaginación y valor. Nos ofreció un proyecto ya ofrecido a Portugal: viajar a las Indias hacia el oeste, en una nueva ruta por el Atlántico. Los informes científicos al respecto fueron muy poco favorables para Colón, y para la corona era cuestión prioritaria en esos momentos la conquista de Granada.
Terminada ésta aceptamos su proyecto, ya que el comercio de especias era un casi monopolio: de antiguo, los genoveses eran los únicos que habían conseguido tratar con el Imperio otomano, dueño de los viejos caminos del comercio de especias. Los vecinos portugueses estaban empezando a encontrar un camino propio, por mar, rodeando África. Nos veíamos obligado a tener una ruta propia para obtenerlas, evitando depender de Génova o de Portugal, lo que sería muy rentable para nuestro comercio.
El día 17 de abril firmamos las Capitulaciones de Santa Fe. Nos recogimos las negociaciones llevadas a cabo con Colón: nombramiento de almirante, virrey y gobernador de los territorios por descubrir y la décima parte de todos los bienes obtenidos. El costo de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedís, más el sueldo de Colón. Cedí mis joyas para para realizarlo! Me admito que la mitad de dicho dinero lo prestó Luis de Santángel —tesorero de la Corona de Aragón, de familia conversa— con fondos de la Santa Hermandad, la cuarta parte la aportó el mismo Colón —que a su vez los pidió prestados—, y la cantidad restante probablemente la derramaron banqueros y mercaderes residentes en Andalucía, entre los que estaban los hermanos Pinzón y Juan de la Cosa, interesados en dicho comercio.
El 3 de agosto de 1492 partió Colón del puerto de Palos con la nao Santa María —propiedad de Juan de la Cosa— y las carabelas la Pinta y la Niña —propiedad de los hermanos Pinzón— con 120 tripulantes aproximadamente. El 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahaní. Poco más de un año después de la vuelta de Colón, firmamos con Portugal el Tratado de Tordesillas en 1494, mediante el cual se redistribuyó la influencia territorial de cada país fijada en el Tratado de Alcáçovas. Mi esperanza es la de conducir a otros pueblos a la verdadera fe y no reparo ni en gastos ni en dificultades para honrar los compromisos con Alejandro VI, que había concedido el derecho de patronazgo sobre las nuevas tierras a cambio de precisas obligaciones de evangelización. Ya en 1478 había hecho liberar a los esclavos de los colonos en las Canarias, prohíbo enseguida la esclavitud de los indígenas en el Nuevo Mundo y la decisión es respetada por todos mis sucesores. En estos teritorios alienta una auténtica integración racial – que se realiza bajo el signo del catolicismo, sin encontrar las dificultades típicas de la colonización de tipo protestante – y establece el nacimiento de una nueva y original civilización cristiana. En las Indias, anexionadas al reino de Castilla, instauramos, Fernando y yo, los sistemas administrativos tradicionales del reino castellano. Me instituí en Sevilla en 1503 la Casa de Contratación, para controlar el comercio con América, impidiendo que cualquier otro puerto de España pudiese hacerlo. Creímos la Audiencia en Santo Domingo en 1510 y, para la administración de los nuevos territorios -un antecedente del Consejo de Indias.
Conseguimos el Patronato de Indias —concedido por el Papa— que nos dejó controlar la Iglesia americana. Nos instauramos además las encomiendas para evangelizar a los indígenas.
El mundo pertenece a los valientes. Sí no hubieramos acceptado la idea loca de Colón, no hubieramos descubrido El Nuevo Mundo. Tantas ventajas! No las echo de menos a mi joyas:)
Y por qué no todos creen en Dios quien es Amor mayor y Infalible?
La defensa y la difusión de la fe constituyen mi preocupación principal, que para conseguirlo solicita y obtiene del Pontífice la creación de un tribunal de la Inquisición, considerada necesaria para encarar la amenaza representada por las falsas conversiones de judíos y de musulmanes.
En los reinos de la península ibérica los judíos, muy numerosos, tenían desde siglos un estatuto no escrito de tolerancia y gozaban de una protección particular por parte de los soberanos. En cambio, las relaciones a nivel popular entre judíos y cristianos eran muy difíciles, sobre todo porque a los primeros no sólo se les consentía tener abiertas las tiendas en ocasión de las numerosas festividades religiosas, sino también efectuar préstamos con intereses (en la época en la que el dinero no era considerado como un medio para conseguir la riqueza). La situación se complicaba aún más por la presencia de numerosos conversos, o sea, de judíos convertidos al catolicismo, que dominaban la economía y la cultura, pero que a veces mostraban una adhesión puramente formal a la fe católica y celebraban en público ritos inequívocamente judaicos. Cuando asciendí al trono la convivencia entre judíos y cristianos estaba muy deteriorada y el problema de los falsos conversos era de una dimensión tal que incluso llegaba a cuestionar la existencia o no de la España cristiana.
Solicitamos que inútilmente habían impulsado una campaña pacífica de persuasión para con los judaizantes – el 1 de noviembre de 1478 el Papa Sixto IV cryó la Inquisición en Castilla, con jurisdicción solamente para los cristianos bautizados. Por lo tanto, ningún judío fue jamás condenado como tal, mientras que fueron condenados los que se fingían católicos para conseguir ventajas. La Inquisición, arremetiendo sobre un porcentaje reducido de conversos y moriscos, acredita que todos los demás eran verdaderos conversos y que nadie tenía el derecho de discriminarlos o de atacarles con la violencia.
En los años posteriores a la creación de la Inquisición es de todas formas necesario proceder al alejamiento de los judíos de Castilla y de Aragón. Preocupados por la creciente infiltración de los falsos conversos en los altos cargos civiles y eclesiásticos y por las graves tensiones que debilitan la unidad del país, el 31 de marzo de 1492 vimos obligados a revocar el derecho de residencia a los judíos no conversos. Nosotros, esperando la conversión de la gran mayoría de los judíos y la permanencia en sus lugares, hacemos preceder la medida por una gran campaña de evangelización.
Dios Mío, yo sé que la violencia contra otra gente no es venial. Perdoname porque todo lo he hecho 'Ad mayorem Dei gloriam'
El día 11 de diciembre muriό mi hermanastro. Estuvimos peleandos, pero su muerte me puso muy triste.No dejó testamento o a lo mejor éste se perdió. En consecuencia me proclamaron la Reina de Castilla el 13 de diciembre del ańo 1474 en Segovia, tomando como base el Tratado de los Toros de Guisando. Desde el Alcázar de Segovia nos dirgimos a la Iglesia de San Miguel, luego a la plaza mayor. Tras jurar por Dios, por la Cruz y por los Evangelios que sería obediente a los mandamientos de la Santa Iglesia, me juraron lealtad. Luego, entré en el interior del templo, portando el pendón de Castilla y abrazada a mis pliegues.
Por qué la gente no puede dejarnos en paz? Los dos somos tan felices juntos. Pero, mi hermanastro no puede aceprarlo. Discutimos muchisimo. Llegó a paralizar la bula del papa de dispensa por parentesco. Ultimamente el 1 de diciembre del ańo 1471 el Papa Sixto IV resolvió las dudas de la legalidad canónica de este enlace, por medio de la Bula de Simancas, que dispensaba de consanguinidad a Fernando y yo.
Ademas, Fernando siempre esta fuera de casa. Yo Se que tiene mucho trabajo, pero. le echo tanto de menos! A Isabelita la pequenita tambien le falta el padre. Ahh! Me olvide de avisaros que hace unos meces di a luz y que soy una madre feliz!Mi hija nació el dia 2 de octubre 1470. de punto de vista politico no es muy importante, pero para Fernando y mi es el obliguillo del mundo,ya se puso a ordenar los corazones su padres, que no saben rechazar cuando les pide alguna cosa .