poniedziałek, 19 kwietnia 2010

Cristóbal Colón - el que hace la historia


En 1486 llegó un joven, con mucha imaginación y valor. Nos ofreció un proyecto ya ofrecido a Portugal: viajar a las Indias hacia el oeste, en una nueva ruta por el Atlántico. Los informes científicos al respecto fueron muy poco favorables para Colón, y para la corona era cuestión prioritaria en esos momentos la conquista de Granada.

Terminada ésta aceptamos su proyecto, ya que el comercio de especias era un casi monopolio: de antiguo, los genoveses eran los únicos que habían conseguido tratar con el Imperio otomano, dueño de los viejos caminos del comercio de especias. Los vecinos portugueses estaban empezando a encontrar un camino propio, por mar, rodeando África. Nos veíamos obligado a tener una ruta propia para obtenerlas, evitando depender de Génova o de Portugal, lo que sería muy rentable para nuestro comercio.

El día 17 de abril firmamos las Capitulaciones de Santa Fe. Nos recogimos las negociaciones llevadas a cabo con Colón: nombramiento de almirante, virrey y gobernador de los territorios por descubrir y la décima parte de todos los bienes obtenidos. El costo de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedís, más el sueldo de Colón. Cedí mis joyas para para realizarlo! Me admito que la mitad de dicho dinero lo prestó Luis de Santángel —tesorero de la Corona de Aragón, de familia conversa— con fondos de la Santa Hermandad, la cuarta parte la aportó el mismo Colón —que a su vez los pidió prestados—, y la cantidad restante probablemente la derramaron banqueros y mercaderes residentes en Andalucía, entre los que estaban los hermanos Pinzón y Juan de la Cosa, interesados en dicho comercio.

El 3 de agosto de 1492 partió Colón del puerto de Palos con la nao Santa María —propiedad de Juan de la Cosa— y las carabelas la Pinta y la Niña —propiedad de los hermanos Pinzón— con 120 tripulantes aproximadamente. El 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahaní.
Poco más de un año después de la vuelta de Colón, firmamos con Portugal el Tratado de Tordesillas en 1494, mediante el cual se redistribuyó la influencia territorial de cada país fijada en el Tratado de Alcáçovas.
Mi esperanza es la de conducir a otros pueblos a la verdadera fe y no reparo ni en gastos ni en dificultades para honrar los compromisos con Alejandro VI, que había concedido el derecho de patronazgo sobre las nuevas tierras a cambio de precisas obligaciones de evangelización. Ya en 1478 había hecho liberar a los esclavos de los colonos en las Canarias, prohíbo enseguida la esclavitud de los indígenas en el Nuevo Mundo y la decisión es respetada por todos mis sucesores. En estos teritorios alienta una auténtica integración racial – que se realiza bajo el signo del catolicismo, sin encontrar las dificultades típicas de la colonización de tipo protestante – y establece el nacimiento de una nueva y original civilización cristiana.
En las Indias, anexionadas al reino de Castilla, instauramos, Fernando y yo, los sistemas administrativos tradicionales del reino castellano. Me instituí en Sevilla en 1503 la Casa de Contratación, para controlar el comercio con América, impidiendo que cualquier otro puerto de España pudiese hacerlo. Creímos la Audiencia en Santo Domingo en 1510 y, para la administración de los nuevos territorios -un antecedente del Consejo de Indias.

Conseguimos el Patronato de Indias —concedido por el Papa— que nos dejó controlar la Iglesia americana. Nos instauramos además las encomiendas para evangelizar a los indígenas.

El mundo pertenece a los valientes. Sí no hubieramos acceptado la idea loca de Colón, no hubieramos descubrido El Nuevo Mundo. Tantas ventajas! No las echo de menos a mi joyas:)

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