środa, 26 maja 2010

La vida de mi mayor hijita Isabela.

Hoy quiero dejar para un momentito el tema de la política porque ya estoy harta de todas esas cosas... Hace mucho tiempo que no había escrito nada sobre mi vida privada. Quiero contaros algo sobre las personas que son muy importantes y que significan mucho para mí - mis hijos.

Mi mayor hija- Isabel ya es una mujer madura... tiene 40 anos. En el año 1490 se casó con el príncipe heredero de Portugal, Alfonso, único hijo superviviente del rey Juan II. Isabel se trasladó entonces a Portugal, con la incertidumbre sobre como sería su futuro en su nuevo país. La boda se celebró en la ciudad de Estremoz el 3 de noviembre de 1490. Al momento del enlace, Isabel tenia 20 anos, mientras que el Príncipe Alfonso tenía apenas 15. A pesar de esta diferencia de edades, desde el primer instante que se conocieron se enamoraron.

Pero el matrimonio tan feliz de mi hija y Alfonso sería muy corto: el 13 de julio de 1491, Alfonso fallece a causa de una caída de caballo. Isabel, devastada por el dolor,volvió a España como princesa viuda de Portugal.

Para demostrar su dolor por la muerte de su amado esposo, Isabel cortó su bellísimo cabello rubio, Se dedicó a vivir silenciosamente sumida en las oraciones, adoptando el hábito de las hermanas de Clares. Isabela quería convertirse en monja, pero eso, en mi opinión no fuera una idea buena. Yo y mi marido habíamos elegido un marido nuevo para ella.

En el ano 1496 Isabela se casó con el rey Manuel de Portugal, imponó una condición: los judíos habrian tenido ser expulsados de Portugal. En primera instancia el rey Manuel vaciló porque admiraba a los judíos por sus conocimientos y por los servicios financieros que aportaban a la corona, pero luego accedió. Así que el 13 de septiembre de 1497, los reyes y la princesa Isabel partieron de Medina Ocampo hacia la ciudad vecina de Valencia de Alcántara para celebrar el día 30 una bella boda. Poco después, Isabel retorna con su nuevo marido a Portugal, esta vez ya como reina...

1 komentarz:

  1. Que suerte que se enamoraran con Alfonso. En general en matrimonios de unos reyes, desgraciadamente los jovenes no se caen bien. Que desgracia! Muerte tan repetina:( Espero que su segundo marido sea tan bueno para ella como Alfonso. Pues, la corona de reina aunque esté importante, no sustituye feliz de la familia:)

    Saludos para Ti y para la hija tuya:)

    Kosa

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